Los primeros años de esta década han sido testigos de un panorama internacional en constante transformación. Las tensiones geopolíticas entre las grandes potencias globales, tanto en Europa como en el Medio Oriente, están reconfigurando el sistema económico mundial y desafiando el papel de las organizaciones multilaterales que tradicionalmente han garantizado la estabilidad en las relaciones comerciales entre naciones. Esta nueva dinámica responde, en gran medida, a la necesidad de los Estados de asegurar el suministro energético de sus poblaciones, particularmente en lo que respecta a petróleo, gas y carbón.

Potencias como Estados Unidos, China y Rusia, entre otras, compiten por controlar tanto su propio suministro energético como el de sus rivales geopolíticos. En este contexto, países como Colombia, que dependen de la importación de ciertos bienes y equipos, se ven indirectamente afectados. Estos insumos, esenciales para garantizar la calidad de vida de la población, tienden a encarecerse debido a las fluctuaciones del mercado energético global.

Este encarecimiento no solo afecta productos como la gasolina y el ACPM, sino que también subraya la urgencia de encontrar soluciones energéticas más sostenibles que puedan aislar a los colombianos de los vaivenes de la geopolítica internacional. Es aquí donde la transición hacia energías renovables juega un papel fundamental. Las energías limpias no solo permitirían a los hogares reducir sus costos, sino que también darían al país la capacidad de generar excedentes energéticos, fortaleciendo así su posición en el ámbito regional y potenciando sus relaciones internacionales.

No obstante, preocupa que apenas el 5.8% de la energía producida en Colombia provenga de fuentes limpias como la energía solar. En un país marcado por profundas desigualdades en el acceso a servicios básicos, y donde muchas áreas rurales carecen de la infraestructura necesaria para una explotación agrícola efectiva, se hace imperativo aprovechar los incentivos regulatorios vigentes para expandir la generación de energías limpias, especialmente a través de la instalación de paneles solares en las zonas rurales.

En SUEL, estamos comprometidos con el desarrollo sostenible de Colombia. Nuestra misión es impulsar alternativas energéticas limpias y viables, no solo para garantizar el acceso a energía de calidad en el campo, sino también para contribuir a la soberanía energética del país. Seguiremos promoviendo la energía solar como una solución clave para el desarrollo y bienestar de los hogares colombianos.